Incluso las obras maestras de la ingeniería envejecen. Así lo ha demostrado una vez más un puente histórico de Suecia que ya no resiste los embates del tiempo. Es hora de empezar de nuevo. Los transportadores autopropulsados Cometto demostraron lo que puede conseguir la tecnología de transporte moderna al transportar piezas nuevas de varias toneladas de peso.
Entre las ciudades suecas de Vänersborg y Djupedalen discurre una línea ferroviaria de importancia regional que atraviesa el último tramo del lago Vänern. Se trata del lago más grande de Suecia, con un tamaño diez veces superior al del lago Constanza. Hace unos 100 años, unos ingenieros alemanes construyeron un puente ferroviario plegable para permitir el paso de veleros. «Por eso este puente sigue llevando el nombre de 'Tysk Bro', el puente alemán», explica Joachim Kolb, Director de Ventas de Cometto.
A través del puerto con SPMT
«Pero incluso la tecnología alemana llega a su fin en algún momento», dice Joakim Andersson, Director de Transporte SPMT de la empresa sueca Jinert. El histórico «Tysk Bro» había terminado su servicio y había que desmontarlo y desguazarlo debido a su antigüedad, un paso que se planificó meticulosamente. «Para mantener el tráfico ferroviario sin interrupciones en la medida de lo posible, la construcción de nuevos tramos de puente comenzó muy pronto», explica Andersson. Estos elementos, de varias toneladas de peso, se trasladaron finalmente en tres complicados transportes nocturnos a lo largo de unos 500 metros desde el lugar de producción hasta el muelle del barco sin interrumpir las operaciones portuarias.
Tres desafiantes transportes nocturnos
El verdadero reto no era la ruta, sino el tamaño de los elementos del puente. El soporte del puente pesaba 120 toneladas, medía 14 metros de largo, 9 metros de ancho y 11 metros de alto. El voladizo de contrapeso también pesaba 120 toneladas y tenía una impresionante altura de 20 metros. El puente volvió a destacar con 147 toneladas y una longitud de 42 metros. Para estas cargas, los expertos de Jinert confiaron en una combinación de 10 ejes en modo side-by-side. Gracias al diseño compacto de los transportadores autopropulsados Cometto, incluso las maniobras de giro cerrado de 90 grados en la nave y la complicada salida por la puerta de la nave se dominaron con precisión.
«Tales maniobras sólo son posibles gracias a la dirección electrónica», explica Joachim Kolb y subraya: »El Cometto Night-Light-Kit también demuestra una vez más ser una ventaja inestimable para la máxima seguridad en la conducción nocturna.» Tras la precisa conducción nocturna, los componentes se cargaron en una barcaza mediante grúa. Jinert no sólo se encargó del complicado transporte terrestre y fluvial, sino también de la instalación profesional in situ. Un servicio integral que lo demuestra: Todo de un mismo proveedor y ... propelled to the MAX.
Fecha de publicación: 01/2025